El juego de Ender

Ha llegado a nuestras pantallas un nuevo estreno (tras años de negociaciones entre la productora, el autor y demás implicados) de esos que llenan las salas de adolecentes, familias con niños y aficionados al cine de ciencia ficción. Nos estamos refiriendo a El juego de Ender (Ender’s Game). Por supuesto, podemos ver cómodamente esta película desde nuestra casa, pues está disponible en peliculasyonkis.com.

La dirección y el guión corren por cuenta de Gavin Hood, el responsable de X-Men Orígenes: Lobezno, entre otras; aunque la idea parte de una novela clásica de ciencia ficción de 1985 con el mismo nombre, creada por Orson Scott Card y que sería muy premiada en su momento. Los principales actores son Asa Butterfield (como Ender Wiggin) y Harrison Ford (en el papel del siniestro coronel Graff).

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Resumiendo el argumento, en el siglo XXI la Tierra ya ha resistido dos conatos de colonización pro parte de unos alienígenas llamados insectores, pero se prepara para un potencial próximo ataque. Para ello, reclutan y aleccionan en la Escuela de Batalla a niños escogidos por su inteligencia procedentes de todo el planeta. Ender es tal vez el más brillante de todos ellos.

Típico caso de libro bueno, peli mala

Por desgracia, es el típico caso de libro bueno, peli mala. Y eso que en su novela, Card imaginó un rico universo sociopolítico y trataba temas universales (el maquiavelismo, la deshumanización de los menores, el pensamiento militarista) que impactaban por su crudeza. Para llevar años a vueltas con la adaptación, el resultado es más bien un fracaso. No obstante, debemos valorar la película no sólo como adaptación…

Lo malo es que como puro producto cinematográfico la película tampoco ha obtenido buenas críticas, más allá de lo mucho o poco que se parezca al libro; son normales ciertas ausencias y modificaciones al intentar meter 360 páginas en dos horas. Pero tiene dos problemas clave: un guión plomizo, al edulcorar excesivamente los temas tratados; y un final pobre (“anticlímax” es una palabra repetida en las críticas).

El trabajo de actores secundarios como Ben Kingsley (el héroe Mazer Rackam) o Hailee Steinfeld (Petra Arkanian) ayuda a maquillar un poco el resultado, pero otros aspectos de la cinta (iluminación, maquillaje, dirección de actores) colaboran para crear un resultado más bien pobre. Otra película triste para los aficionados de toda la vida a la ciencia ficción, pero un buen entretenimiento de fin de semana para paladares poco exigentes.